Pacquiao vuelve al ring a los 46 y casi hace historia frente a Barrios
Pacquiao volvió al ring tras casi cuatro años y demostró un nivel competitivo frente al campeón welter Mario Barrios, dejando abierta la posibilidad de una revancha.
Las luces del MGM Grand volvieron a iluminar a Manny “PacMan” Pacquiao, quien, casi cuatro años después de su retiro, volvió a calzarse los guantes el pasado 19 de julio en Las Vegas. A sus 46 años, el ídolo filipino rozó la hazaña: peleó de igual a igual contra el campeón welter Mario Barrios y, aunque terminó con un empate mayoritario, demostró que la leyenda sigue más viva que nunca.
Pacquiao vs Barrios: estadísticas, tarjetas y análisis técnico
Desde el minuto 1, Pacquiao sacudió la nostalgia. Con una velocidad inconfundible y esa estocada de zurda que lo convirtió en un ícono, dominó los primeros rounds. Según CompuBox, lanzó 101 golpes contra 120 de Barrios, y conectó 81 boleadoras potentes frente a 75 del estadounidense. El análisis técnico no deja dudas, él fue quien más impacto logró.
Barrios metió presión en los rounds finales y consiguió equilibrar las tarjetas. Dos jueces marcaron 114‑114, y el tercero, 115‑113 para el estadounidense, decretando un empate mayoritario. Pacquiao, fiel a su estilo, no puso excusas: “Pensé que gané. Fue una pelea cerrada, un rival muy duro”, declaró en el ring.
Posible revancha: ¿habrá segundo round entre Pacquiao y Barrios?
El filipino no descartó una revancha y deslizó que, con una preparación más prolongada, puede ir por más. Barrios, por su parte, se mostró abierto: “Me encantaría hacerlo de nuevo”. El combate dejó la puerta abierta a una segunda edición que podría ser histórica.
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El legado de Pacman sigue vigente a los 46 años
El mayor logro de la noche no estuvo en un cinturón, sino en el impacto. A los 46, Pacquiao demostró que todavía puede seguir siendo competitivo en la élite del boxeo. Con apenas dos meses de entrenamiento, se plantó ante un campeón más joven y no desentonó. Si vuelve a entrenar con tiempo, ¿quién se anima a descartarlo?
Más allá del empate, el regreso de Pacquiao fue un triunfo para el espectáculo. Rejuveneció al público, emocionó a los fanáticos y dejó una certeza. Todavía tiene ese fuego sagrado. Porque en este deporte, la edad es una estadística más, pero el corazón es lo que cuenta. Y ese, a Manny, todavía le late como en sus mejores noches.
